Todo comenzó con el raise de UTG y la three-bet de Igor Rukavina justo a su izquierda. La mano llegaba entonces a un jugador muy corto en el botón y este restaba poniendo en riesgo su torneo.
El raiser inicial decidió quitarse del medio, pero Rukavina pidió la cuenta, aunque sabía perfectamente que cubría a su rival de forma amplia. Cuando la croupier comenzaba a contar las fichas del jugador del botón, Rukavina anuciaba call.
"Da igual, da igual, pago", decía dando la vuelta a...¡dos ases!
El jugador en el botón tenía , pero un board lo sentenciaba. Una lástima, lo realmente épico habría sido ver aparecer una dama en la comunitarias.