La jugadora local Laura Gallardo Ribot había comenzado la jornada de la mejor manera posible, doblando su stack y colocándose en una posición mucho más cómoda para vivir un gran día 2. Sin embargo, solo unos minutos después de esa doblada, Gallardo se jugaba un flip enorme que terminaría cayendo del lado de su rival.
Todo comenzó cuando, tras el fold de toda la mesa, y con Laura en la ciega grande, la mano le llegaba limpia al botón. Desde ahí, un jugador abría a 20.000 puntos (2bbs) y conseguía derribar a la ciega pequeña, pero su raise no iba a tener el mismo efecto con la catalana.
Gallardo se atusó el pelo, y tras unos segundos se movió all in por unos 85.000 puntos poniendo en riesgo su torneo. El jugador en el botón hizo call y el lío estaba montado.
Botón:
Gallardo:
El flip estaba servido, y Gallardo comenzó a pedir por dentro un as o un rey. Sin embargo, esta vez la telepatía no funcionó, y el dealer descubrió un board que no trajo ni una sola carta de las que necesitaba la catalana. Laura se despedía con un premio bajo el brazo, pero un premio mucho más pequeño de lo que había soñado.