Cuando llegábamos a la mesa, Jordi Ribas y Marc Pesavolo ya se había enzarzado en una mano que les había llevado a ver el board hasta el turn, .
Ribas, que no tenía posición, salía pegando con una apuesta de 1.500 puntos, pero Pesavolo le resubía hasta los 3.500 puntos. Riba se ponía entonces a pensar y tras unos segundos decidía pagar para ver como el river traía un . Ahí Riba tomó la iniciativa, y con una apuesta de 6.000 puntos fue capaz de hacer que Pesavolo rindiese su mano.