Después de haber comenzado intentando colar un farol a Cornelis Zijlmans, que tenía set, David Parra tuvo que ponerse el mono de trabajo para remontar el vuelo.
Los logró a base de picar piedra y eso le permitió subir hasta los 30.000 puntos, 5.000 más que el stack inicial. Sin embargo, solo unos minutos después nos lo encontrábamos saliendo de la sala.
"No ha podido ser, había recuperado lo que había perdido con aquel set, pero una mano encontrada me ha dejado en la calle. Ya sabemos cómo es esto", nos decía. Sin prisa, pero sin pausa, David abandonó la zona del torneo y todo apunta a que no él no será de los que haga uso del re-entry.