Los jugadores españoles también han acudido en masa a las instalaciones de Casino Barcelona para disputar este Día 1b. Por el momento, tenemos 32 de los nuestros ya en juego, uno más que en el Día 1a, aunque en los próximos minutos esa cantidad podría incrementarse considerablemente.
Entre los nuestros está Albert Flores, que ha desembarcado en este Día 1b con el firme propósito de ir superando etapas hasta llegar a la mesa final, que se disputará el próximo domingo. Sin embargo, las cosas no comenzaban bien para él, que veía como parte de su stack inicial saltaba por los aires a las primeras de cambio.
Fue en una mano en la que un rival abrió desde under the gun, y otro pagó justo a su izquierda. Cuando la acción llegó a Flores, que tenía damas, el catalán no dudó en lanzar una three-bet. El rival en UTG se tiraba, pero el jugador que había "flateado" en early se destapaba con una four-bet por algo más de la tercera parte de su stack. A Flores le costó tomar la decisión, pero tras sopesar la situación, y entender que esta mano podría terminar con todas sus fichas dentro en un spot desfavorable, prefirió foldear. Aún así, no perdió la sonrisa, y sin demora ha comenzado la remontada que le permita cerrar su bolsa con fichas.
Lo que más nos sorprendió al verlo fue su ligero cambio de look. No es Flores un jugador muy dado a la parafernalia cuando disputa un torneo, pero esta vez si ha querido dar unas pinceladas a su apariencia.
Cuando llegábamos a su mesa por primera vez, Flores estaba metido en una mano contra el jugador que está situado justo a su izquierda. En las comunes se podía ver , y sobre la mesa había un bote bastante pequeño, casi irrisorio para la textura de ese board.
Flores, afeitado hasta el último pelo, y con unas gafas de sol que le cubren gran parte de su aniñado rostro, no movió ni un músculo antes de echar la mano a sus fichas para hacer una apuesta de 2.300 puntos. Su rival no dudaba un instante y pagaba para ver cómo un aterrizaba en el river para completar el board.
Flores seguía sin mover ni un pelo. Ni siquiera su respiración se notaba. Ese bote podía ser importante para el devenir de su torneo, pero ni así dio síntomas de nerviosismo. Echó la mano a sus fichas, y lanzó al medio una apuesta de 5.300 que era casi idéntica al tamaño del bote (5.700).
Su rival se puso entonces a pensar, y trató de sacar información clavando la mirada en Flores en un par de ocasiones. Pero no logró nada. Ni siquiera que el catalán se fijase en él. Mirando al frente, impertérrito, Flores mantuvo la compostura hasta el último instante. Su rival terminó foldeando, y mostrando (), su cartas para dejar que Albert se llevase el bote.
Ahora mismo tiene ya 24.000 puntos y, aunque aún falta un poco para consumar la remontada, estamos seguros de que esos puntos serán muchos más en cuanto tenga toda la información que necesita sobre su compañeros de mesa.