Partimos de la base de que en un torneo de la talla de este Super High Roller, de 25.000€ de buy-in, todos (o casi) los jugadores que te puedes encontrar serán rivales de primer nivel. Eso es una cosa, y otra bien distinta es encontrarse con semejante cantidad de "monstruos" finales como los que le está tocando sufrir a una de las estrellas españolas del poker vivo actual como Sergio Aido.
En una de las esquina de la póker room, Aido se encuentra acorralado entre tanta estrella. A su derecha tiene al bueno de Stephen Chidwick (12.900.579$ en torneos en vivo), que probablemente es uno de los jugadores más en forma del póker actual. Justo a su izquierda, engullendo un wrap, el asturiano tiene que sufrir a Byron Kaverman (12.104.110$ en torneos en vivo). Eso sería suficiente para amargar/acojonar a cualquiera, pero no se vayan todavía, que aún hay más.
Dos puestos a la izquierda del español está sentado Erik Seidel (33.538.037$ en torneos en vivo, que actualmente sigue siendo el segundo clasificado de la lista histórica de ganancias, solo por detrás de Daniel Negreanu. Seidel tiene un curriculum envidiable y, aunque pueda parecer oxidado por la edad, sobra decir que podría pintarle la cara a cualquiera.
El último de los "bichos" que podrían picar a Aido en esta mesa no es otro que Patrick Antonius, un jugador que hace tiempo que ocupa un lugar en la memoria de cualquier aficionado al póker. Aunque es verdad que el finlandés puede haber sido mucho más prolífico en las mesas de cash, eso no ha impedido que su cuenta en torneos en vivo haya superado ampliamente los 10 millones de dólares.
Sergio lo va a tener complicado, como se ha demostrado en una mano que le enfrentaba a Chidwick hace solo unos minutos, pero al español le gustan los retos. Superar a todos estos jugadores le subiría la moral a cualquiera, así que si logra salir con vida de esta mesa tendrá mucho ganado.