Orpen Kisacikoglu fue uno de los jugadores que más sufrió ayer en la burbuja del Super High Roller, pero aún así logró superarla y colarse en la mesa final para luchar por los 700.000€ que va a recibir el campeón de este evento. Sin embargo, su stack era el más corto de todos los finalistas cuando se formaba la mesa final, y eso terminó por ser determinante para su aspiraciones en este torneo.
La mano de su eliminación comenzaba cuando Adrián Mateos abría a 500.000 puntos con
Kisacikoglu pasaba por segunda vez, pero lo hacía para pagar cuando Adrián Mateos se movía all in por 6,850 millones cubriéndolo ampliamente. Una dama todavía podía salvar a Kisacikoglu, pero lo que apareció en el river fue un
Con su eliminación, el resto de jugadores se garantizan un premio de 60.000€, aunque el objetivo siguen siendo los 700.000 que recibirá el campeón de este primer gran evento.